Y entonces llegó él con esos ojos color café que te hipnotizaban y esa sonrisa que cualquiera que estuviera en su sano juicio se enamoraría de ella. Él rompió todos mis esquemas de prototipos de chicos, los típicos chicos rubios con ojos azules de cuerpo musculado y un bronceado perfecto,el llamado principe azúl, -pero eso solo existe en los cuentos-. No podía ni imaginarme que me pudiera gustar tanto,pero lo consiguió, hizo que me enamora de él hasta las trancas. Todas esas cosas que me parecian una tontería hacer por alguien,las hice. En el momento en el que me miró y el corazón se me aceleró lo supe, supe que estaba enamorada.